La UE considera modificaciones a la Ley de IA en medio del rechazo de la industria

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La Unión Europea está preparada para ajustar su histórica Ley de Inteligencia Artificial (Ley AI) el próximo mes, con el objetivo de aclarar las reglas para las empresas que navegan en este floreciente panorama tecnológico. Henna Virkkunen, comisaria de la UE responsable de la soberanía tecnológica, la seguridad y la democracia, señaló estas “enmiendas específicas” durante un discurso en la conferencia tecnológica Web Summit en Lisboa.

Implementada gradualmente a lo largo del año pasado, la Ley de IA busca regular las herramientas de IA en función de sus posibles riesgos sociales. Si bien elogiado por su ambición, ha enfrentado críticas de las principales empresas tecnológicas, argumentando que sofoca la innovación. Figuras como el expresidente estadounidense Donald Trump se hacen eco de esta crítica, quien también argumentó en contra del potencial de la ley para obstaculizar el progreso en inteligencia artificial.

Un punto de conflicto clave cobrará gran importancia el próximo mes de agosto, cuando una parte importante de la Ley de IA entre en pleno vigor. Sin embargo, surge un desafío crucial: las normas técnicas necesarias para una implementación efectiva aún están pendientes y no se prevé que se completen hasta un año después.

Virkkunen destacó esta brecha durante su discurso en la Cumbre Web el martes, enfatizando la necesidad de “crear seguridad jurídica para nuestras industrias”. Destacó que las próximas enmiendas, cuya presentación formal está prevista para el 19 de noviembre, tienen como objetivo superar esta incertidumbre y al mismo tiempo afirmar el compromiso de la UE con los principios fundamentales de la Ley de IA.

Si bien el alcance exacto de estos cambios sigue siendo un misterio, los borradores que circulan sugieren un posible período de gracia de un año. Esto podría significar que las autoridades nacionales no comenzarían a imponer multas por el uso indebido de la IA hasta agosto de 2027.

El impulso para este retraso provino principalmente de las principales empresas europeas. A principios de este año, los directores ejecutivos de más de cuarenta empresas, incluidos gigantes tecnológicos como ASML, Philips, Siemens y la startup de IA Mistral AI, solicitaron conjuntamente un aplazamiento de dos años de obligaciones clave dentro de la Ley de IA. A pesar de esta presión, la Comisión insiste en que no se dejará influir por fuerzas externas para comprometer el cronograma de implementación de la ley.

Añadiendo otra capa al debate está el Comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Michael O’Flaherty. En su intervención en la Web Summit, advirtió contra la relajación de las salvaguardias dentro de la Ley de IA, incluso cuando se hacen esfuerzos para simplificar su aplicación. “Tengamos mucho cuidado de no descartar los elementos protectores centrales”, instó, advirtiendo contra sucumbir a la presión de poderosos lobbys tecnológicos que potencialmente podrían priorizar la conveniencia corporativa sobre la seguridad pública en el cambiante panorama de la IA.

Las próximas enmiendas a la Ley de IA representan un delicado acto de equilibrio para la UE. El bloque busca mantener su posición como líder global en el desarrollo responsable de la IA, al mismo tiempo que aborda las preocupaciones de la industria y navega por los complejos desafíos que plantea esta tecnología que avanza rápidamente.