La precaria economía estadounidense: una torre Jenga al borde del abismo

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La economía estadounidense en 2025 se parece a un juego de Jenga: aparentemente estable, pero cada vez más vulnerable. Si bien el crecimiento general y los máximos del mercado bursátil pintan un panorama de prosperidad, una inspección más cercana revela debilidades estructurales que amenazan con una desaceleración inesperada. Los cimientos se están estrechando y el riesgo de colapso aumenta.

Las grietas en el sector de las pequeñas empresas

Las pequeñas empresas (aquellas con menos de 500 empleados) son un motor fundamental de la economía estadounidense, ya que emplean al 46% de la fuerza laboral y manejan un tercio de todos los bienes importados. Sin embargo, se han visto desproporcionadamente afectados por las recientes presiones económicas, en particular los aranceles de la era Trump. Al carecer de los recursos de competidores más grandes, muchas empresas pequeñas han tenido dificultades para adaptarse, lo que ha provocado caídas en las ventas casi tres veces mayores que las experimentadas por las grandes corporaciones.

Esto ha obligado a las pequeñas empresas a recortar puestos de trabajo, y los datos de nóminas del sector privado muestran una pérdida de 107.000 puestos entre abril y septiembre. Mientras tanto, las grandes empresas continúan expandiéndose, exacerbando la división.

El mercado laboral: una debilidad creciente

Más allá de las pequeñas empresas, están surgiendo tensiones más amplias en el mercado laboral. El gobierno federal proyecta 300.000 recortes de empleos este año, mientras que los despidos en el sector privado alcanzaron en octubre su mayor nivel en 22 años. Esta tendencia no se limita a las empresas en dificultades; Incluso las empresas rentables están congelando la contratación y recortando personal para compensar costos e invertir en inteligencia artificial.

El efecto combinado es una desaceleración del mercado laboral que amenaza el gasto de los consumidores, el alma de la economía.

La creciente brecha de consumo

A pesar de las señales preocupantes, el gasto de los consumidores se ha mantenido resistente, impulsado por los hogares más ricos. Sin embargo, esta resiliencia depende cada vez más de un segmento cada vez más reducido de la población. Los hogares de ingresos bajos a medios están luchando contra la morosidad y el estancamiento del gasto, mientras que el 10% superior en términos de riqueza controla más del 87% de las acciones corporativas.

Esta concentración de riqueza crea una base inestable, donde el crecimiento económico depende de un número cada vez menor de gastadores.

El sector tecnológico: la piedra angular de la torre

Las empresas de tecnología estadounidenses, en particular las centradas en la inteligencia artificial, se han convertido en la fuerza dominante de la economía. Sus inversiones en infraestructura, que sólo este año superaron los 380.000 millones de dólares, han superado incluso al consumo personal como motor del crecimiento del PIB.

Estas empresas son el principal soporte que sostiene la torre Jenga. Su gasto y rentabilidad continuos son esenciales para mantener la ilusión de estabilidad.

La cuestión de la sostenibilidad

La pregunta clave es cuánto tiempo puede durar esto. El dominio del sector tecnológico crea un equilibrio frágil, donde toda la economía depende del éxito continuo de un puñado de empresas. Cualquier desaceleración en la inversión en IA o una caída en las ganancias tecnológicas podría desencadenar un efecto en cascada, desestabilizando todo el sistema.

Optimismo e incertidumbre

Algunos argumentan que los reembolsos de impuestos la próxima primavera y la moderación de la inflación podrían proporcionar un alivio temporal. Meta Platforms, por ejemplo, ha anunciado planes para invertir 600 mil millones de dólares en infraestructura y empleos en Estados Unidos durante los próximos tres años.

Sin embargo, es poco probable que estas medidas aborden las debilidades estructurales subyacentes. La economía sigue dependiendo peligrosamente de una base estrecha de apoyo, lo que la hace vulnerable a shocks inesperados.

El resultado final

La economía estadounidense en 2025 es un juego de Jenga de alto riesgo. Mientras la torre permanece en pie, los cimientos se están desmoronando. El riesgo de colapso es cada vez mayor y las consecuencias podrían ser graves. La pregunta no es si la torre caerá, sino cuándo