Irlanda da prioridad a la protección de datos infantiles, a pesar del rechazo de la industria tecnológica

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El jefe de protección de datos de Irlanda afirma que las regulaciones actuales son insuficientes para proteger plenamente a los niños en línea, según una declaración hecha en la Cumbre Web en Lisboa. El jefe de la Comisión de Protección de Datos (DPC) de Irlanda, el comisionado Des Hogan, enfatizó la necesidad urgente de medidas más estrictas a medida que los niños habitan cada vez más espacios digitales para trabajar, jugar e interactuar socialmente.

Lo que está en juego: los datos infantiles en la era digital

La preocupación surge de la vulnerabilidad fundamental de los datos de los niños en un entorno donde las configuraciones predeterminadas a menudo priorizan la exposición sobre la privacidad. Hogan destacó que antes de la intervención regulatoria, los datos de los niños se hacían públicos de forma rutinaria, una práctica que ahora el DPC cuestiona activamente. Las investigaciones de la comisión han obligado a realizar cambios, aunque a menudo estos se topan con apelaciones de las empresas de tecnología.

El papel de Irlanda como centro tecnológico

Irlanda desempeña un papel crucial en la aplicación de las normas de privacidad de datos de las principales empresas tecnológicas y alberga las sedes europeas de Meta, Apple y TikTok. Esta posición convierte al DPC en un regulador clave, pero también lo coloca bajo escrutinio. Los nombramientos recientes, como el de la ex lobbista de Meta, Niamh Sweeney, han planteado preocupaciones sobre conflictos de intereses. Hogan defiende el nombramiento, citando la diversa experiencia de Sweeney en periodismo y funciones de asesoría gubernamental, y asegura que se abstendrá de tomar decisiones que involucren a Meta y Stripe.

Navegando por la IA y el cumplimiento del RGPD

La DPC también se centra en la regulación de la inteligencia artificial (IA), un área particularmente compleja tanto para las empresas como para los reguladores. Las normas recientes de la UE han armonizado el uso de datos para la capacitación en inteligencia artificial en todo el bloque, lo que exige que las empresas anonimicen o seudoanonimicen los datos personales antes de su uso. Hogan hace una analogía con una lavadora y explica la necesidad de garantizar que los datos personales no persistan durante el proceso de capacitación.

Equilibrar la innovación con las salvaguardias éticas

A pesar de las advertencias de la industria tecnológica sobre la asfixia de la innovación, Hogan cree que la regulación excesiva se puede evitar mediante barreras éticas adecuadas. Destaca la importancia de la confianza y la cooperación de la industria para garantizar que los nuevos productos y servicios se alineen con los valores públicos. La autonomía y el control sobre las huellas digitales serán prioridades clave, y las personas necesitarán la capacidad de gestionar cómo sus datos pasados ​​impactan sus oportunidades futuras.

El camino a seguir: dignidad y responsabilidad ética

En última instancia, Hogan sostiene que el compromiso con la dignidad humana es esencial. El objetivo debería ser crear sistemas que empoderen a las personas en lugar de frenarlas, y esto requiere un enfoque proactivo de la responsabilidad ética en el ámbito digital.

“Si estamos interesados ​​en los valores, aceptaremos la propuesta de que necesitamos barreras éticas adecuadas para los nuevos productos y servicios”.

La postura de la DPC subraya el creciente reconocimiento de que salvaguardar los datos de los niños no es sólo una obligación legal, sino un imperativo moral en un mundo cada vez más digital.