Dinamarca planea convertirse en la primera nación europea en prohibir completamente el acceso a las redes sociales a niños menores de 15 años, lo que marcará una escalada significativa en el debate global sobre la seguridad en línea y la protección infantil. La ambiciosa legislación tiene como objetivo proteger a los usuarios jóvenes del contenido dañino y la explotación al exigir que las plataformas tecnológicas verifiquen la edad y hagan cumplir las restricciones. Si bien la política no entrará en vigor de inmediato, refleja la creciente preocupación internacional sobre el impacto de las redes sociales en el bienestar de los niños.
Caroline Stage, Ministra de Asuntos Digitales de Dinamarca, destacó la urgencia de la situación, citando estadísticas alarmantes: el 94% de los niños daneses menores de 13 años y más de la mitad de los menores de 10 años ya utilizan plataformas de redes sociales. “La cantidad de violencia y autolesiones a las que están expuestos en línea… es simplemente un riesgo demasiado grande para nuestros niños”, declaró Stage. También criticó a las empresas de tecnología por priorizar las ganancias sobre la seguridad infantil a pesar de sus vastos recursos.
Esta medida se produce después de que Australia introdujera la primera prohibición del mundo de las redes sociales para menores de 16 años en diciembre de 2022, imponiendo fuertes multas a las plataformas que no hacen cumplir las restricciones de edad. La legislación australiana sentó un precedente para una regulación más estricta de los espacios en línea, pero enfrentó desafíos de implementación similares.
Aplicación de la ley: un desafío complejo
Dinamarca reconoce las dificultades prácticas que implica hacer cumplir tal prohibición en un mundo digital cada vez más interconectado. Stage enfatizó que si bien el gobierno no puede obligar a los gigantes tecnológicos a usar su aplicación de verificación de edad propuesta, se asegurarán de que las plataformas implementen métodos de verificación sólidos o enfrentarán multas significativas según la Ley de Servicios Digitales de la Comisión de la UE: hasta el 6% de sus ingresos globales.
El enfoque danés se basa en dos elementos clave: un sistema nacional de identificación electrónica (utilizado por casi todos los ciudadanos mayores de 13 años) y el desarrollo de una aplicación dedicada a la verificación de la edad. Esta estrategia refleja esfuerzos europeos más amplios para establecer herramientas efectivas de verificación de la edad, aunque aún está por verse su implementación exitosa.
Una tendencia global más amplia
Esta iniciativa danesa es parte de una creciente tendencia global hacia una regulación más estricta del impacto de las plataformas en línea en los niños. China, por ejemplo, ha impuesto límites al uso de juegos y teléfonos inteligentes por parte de menores, mientras que los fiscales franceses están investigando actualmente a TikTok por acusaciones de que sus algoritmos contribuyen a la ideación suicida entre usuarios jóvenes vulnerables. Estos casos resaltan los complejos desafíos éticos que plantea la influencia de las redes sociales, lo que lleva a los gobiernos de todo el mundo a buscar soluciones para proteger a los niños en línea.
La decisión de Dinamarca subraya un cambio crucial en la conversación en torno a la seguridad digital: de depender de la autorregulación de las empresas de tecnología a implementar medidas legalmente exigibles para salvaguardar el bienestar de los niños en la esfera digital. Queda por ver si este paso audaz sienta un precedente global, pero sin duda aumenta los riesgos para la industria tecnológica y enciende un mayor debate sobre el equilibrio entre la libertad en línea y la protección infantil.
